Otra pequeña Mycena que nos brinda el otoño con su espectacular juego de colores.
Aunque esta Mycena no tiene muchas citas en nuestro país, unas 11 aproximadamente, según datos de expertos, es mucho más abundante en otros países Europeos.
Su habitat parece particularmente variado, por que a diferencia de otras Mycenas, puede reproducirse en bosques de planifolios así como de coníferas, algo inusual.
En especial aparece en zonas ricas en humus, materia orgánica en descomposición.
Mycena citrinomarginata bajo Taxus baccata.
Aunque es una especie muy variable, mantiene tonos amarillos en el píleo y estípite que a su vez aparece recubierto de fibras de aspecto lanoso mas evidentes hacia la base del mismo.
También es higrófana, de ahí su cambio de aspecto externo según el grado de humedad y desarrollo. El sombrero es cónico-obtuso en ejemplares jóvenes y cónico-acampanado en adultos, a la vez que glabro y surcado.
Mycena citrinomarginata en fase avanzada de maduración.
Hay un detalle que facilita inicialmente su clasificación y que se encuentra en el margen laminar, este presenta un aspecto amarillo citrino lo que le confiere un bonito epíteto a esta especie.
Margen amarillo citrino visible en lupa 10x.
La microscopía que presenta y realizada por Alberto Lorenzo, es la siguiente:
Esporas por Alberto Lorenzo.
Esporas en rojo congo. Alberto Lorenzo.
Epicutis y subcutis. Alberto Lorenzo.
Basidio medio. Alberto Lorenzo.
Cistidios. Alberto Lorenzo.
Cistidio mucronado y subpiriforme. Alberto Lorenzo.
Con estos datos más que suficiente para atestiguar la clasificación de esta Mycena tan curiosa a la vez que escasa en nuestro país.
Ellas siguen haciendo su trabajo en silencio, pasando desapercibidas en su pequeño submundo, pero es que a veces la perfección está en esos pequeños detalles casi imperceptibles...
Mycena citrinomarginata juvenil y adulto.